Siempre he creído que es posible construir un mejor país. Un país donde seamos capaces de aceptarnos unos a otros, independientemente de las posiciones ideológicas, alejados de la violencia, los odios y la corrupción. Un país de progresos reales, equilibrio sostenido, ambicioso pensamiento de sus integrantes, y educado.
Nunca nos ha hecho bien el conformismo tajante en el que caen muchos compatriotas que, enceguecidos por las tinieblas, enarbolan banderas con falsos argumentos y que creen las mentiras de la mayoría de nuestros dirigentes, políticos y personas con poder. Los colombianos libres y de buenas costumbres somos mayoría. Creemos que es posible construir un mejor mañana, y que una justicia solida es la mejor herramienta para juzgar y condenar a aquellos que manipulan a su conveniencia y se roban impunemente a la nación. También somos mayoría los que creemos y sabemos que los cambios que requiere Colombia no son de forma, sino de fondo, y que los malos hábitos se pueden para bien erradicar.
Derrotemos la apatía: elijamos en primera vuelta en este momento histórico al único que representa los cambios estructurales que reclama la patria. No hago este llamado por conveniencia, sino por convicción. Elijamos presidente a Antanas Mockus por el bien de nuestros recursos, de nuestras vidas, de nuestro futuro, y por el bien del crecimiento integral de la nación. Que así sea.