Medellín, Razones que la Consolidad como la Ciudad Innovadora

Medellín, Colombia. Foto By JC
Comenzó a circular por las redes sociales una campaña de desprestigio, y me temo que vendrán peores. Me gustaría, en ese respecto, mencionar lo que todo el mundo sabe: que esos mensajes son el producto de la campaña sucia que ya se inició, especialmente porque, como se conoce, el ex-alcalde y ex-gobernador de Antioquia va liderando las encuestas de intención de voto presidencial. Me recuerda a lo que le hicieron al profesor Mockus en la campaña presidencial del 2010 para hacer elegir al tristemente celebre presidente que hoy tenemos. ¿Se repetirá la historia?

Los mensajes buscan desprestigiar un trabajo, pero la verdad es otra muy distinta. El éxito indiscutible que tiene hoy Medellín, y por extensión su departamento, tiene un personaje que yo considero “el arquitecto principal de la revolucionaria transformación que ha tenido la ciudad”. Se trata del PhD en Matemáticas Sergio Fajardo.

No hay otra ciudad en Colombia que haya entendido y creado los procesos estandarizados, organizados, y, en especial, los procesos de ‘sistematización’ (al mejor estilo de las grandes capitales del mundo) como los que tiene implementados Medellín, por lo cual el reconocimiento que tiene, convertida hoy en referente mundial. Nada menos que en una competencia que organiza el Urban Land Institute, se ganó en el año 2013 el premio como la ciudad más innovadora del planeta y en el 2016 el premio Lee Kuan Yew, también conocido como el “Nobel” en urbanismo de las ciudades, otro premio internacional que reconoce su proceso de transformación social y urbana.

Medellín, Colombia. Foto By JC
Todo esto no debería prestarse a discusión, excepto por el hecho de que como se sabe Colombia es un país complejo y pareciera que la violencia e intolerancia forman parte del ADN de las personas. Sin embargo, es claro que los estados violentos inscritos en las páginas de nuestra historia han obedecido fundamentalmente a temas económicos y de poder. Llama la atención, como lo demuestra un estudio reciente, que ocupamos un deshonroso quinto lugar en el mundo en cuanto a concentración de riqueza, medidos en términos de lo que poseen los cinco hombres más acaudalados de cada nación en % del PIB, y que en el caso de Colombia es del 12.5% (esa cifra en el caso de EEUU no supone más del 2.1% del PIB). Se sabe que no ha habido un gobierno en el pasado que haya intentado reducir tal porcentaje en el camino hacia un mayor equilibrio social. Muchos de los lideres que promueven el continuar la guerra, o el temor por la amenaza “castrochavista” (que en la realidad es un invento de la derecha) no lo hacen por temas ideológicos, ni para "defender los intereses de la patria", sino para que no cambien las estructuras del poder. Apelan a uno de los instintos más arraigados en los seres humanos, como el temor por lo diferente, o lo nuevo. Saben explotar el miedo y las convicciones ideológicas de muchos, vendiendo un discurso que explota cierta "vulnerabilidad en psicología humana". Y con todo y los problemas de corrupción que agobian al país, con seguridad que el establishment intentará llevar al poder a un representante de las ya fracasadas políticas nacionales, y peor aún si se trata de alguien sin experiencia.

Es por ello que el papel de una prensa autocrítica y responsable se vuelve de una transcendencia coyuntural, toda vez que está demostrado como los populistas, vendiendo mentiras, se valen de ella para alcanzar sus objetivos. También se conoce el modus operandis de delincuentes que inundan las redes con noticias falsas, con lo cual manipulan a grandes grupos de personas logrando que hagan lo que ellos quieren.

Medellín, Colombia. Foto By JC
Es indiscutible que Medellín le sacó años luz al resto de las ciudades en Colombia gracias a sus procesos, la continuidad de sus políticas, a buenos gobiernos, pero en especial a Fajardo, quien no solamente fue galardonado en el 2009, junto al arquitecto Alejandro Echeverri, con el Curry Stone Design Prize (un premio que destacó el audaz y ambicioso plan de obras públicas), sino quien supo además articular la transformación de la ciudad a través de campañas exitosas, como “Medellín la más Educada”. Todo esto lo digo con conocimiento de causa, porque por más de cuatro años estuve con otros colegas y estudiantes de la escuela de arquitectura de la Universidad del Norte adelantando en dicha ciudad actividades académicas, y con quienes analizamos y estudiamos el fenómeno de la capital paisa.

Medellín, Colombia. Foto By JC
No todo allí es perfecto y todavía falta mucho trabajo, y seguramente que el ex-alcalde tendrá sus defectos, como los tenemos todos, pero por lo que me consta, pienso que si el país quiere un verdadero cambio, alguien con experiencia y éxitos probados, ese es un líder que sin duda los representa.

Milagros de Paz

Lo adelantado en la Habana no acabará los graves problemas que tiene Colombia, pero lo acordado allí es de una trascendencia histórica: nos obliga a los que nacimos y crecimos en la guerra a vislumbrar por primera vez un camino hacia la paz.

Muchos tienen reparos porque se estaría transformando la sociedad, como si no fuera eso precisamente lo que se debió hacer desde antes de que toda esta locura comenzara. Pero el estado en 50 años no pudo derrotar militarmente a las Farc, ni dirigente alguno logró hasta ahora un proceso político que acabara con el conflicto.  ¿Justificaba eso un acuerdo que aunque imperfecto también evitara que se siguieran fortaleciendo  otros extremistas? La historia lo dirá.

Me he tomado el trabajo de escuchar y leer los planteamientos de ambos bandos, los que están con el Si y los del No. El resultado de este análisis me deja reflexiones que quisiera compartir.

Un gran sector de los promotores en contra del proceso de paz no quieren que cambie el status-quo. No les conviene: por un lado, están los que se han beneficiado económicamente de la industria de la guerra, y por el otro, los que adquirieron riquezas de manera ilegal, y en muchos casos de forma violenta. Estos últimos ahora temen ser juzgados y perder lo que nunca les perteneció. También hay sectores que de manera egoísta pretenden cosechar réditos políticos, aun a sabiendas de que lo que plantean o dicen se cae por su propio peso. Pero, lo que demuestra el fenómeno Trump es que no importa si hay inteligencia o no en las palabras o acciones de un líder, siempre existirán personas que le van a seguir ciega y fanáticamente.

Sigue un grupo no despreciable de compatriotas que tienen reservas acerca de lo acordado en Cuba que vale la pena escuchar, y que debe ser respetado. En medio de tanta polarización me pregunto: ¿porque llegamos donde estamos? Una primera mirada me lleva a concluir que el estado no solamente ha sido incapaz de derrotar militarmente a los terroristas (de izquierda o de derecha), sino que tocó negociar con ellos porque también ha sido incapaz de resolver problemas como las mafias de todos los calibres que existen en el país, así como las alianzas oscuras entre agentes del estado y grupos ilegales (lease ultraderechistas) que también han sido actores o promotores del desbarajuste que vive la nación.

Como se trata de un momento histórico, cruzan por mi mente otras reflexiones. ¿Esta el país bien o estuvo antes mejor? ¿Tenemos que seguir siendo víctimas del odio, rencor, o sórdidos intereses de los extremistas?

Existen posiciones fáciles, como que se pudo haber logrado esto o aquello, pero toda negociación trae sus dificultades que se tornan mayores en medio de la complejidad que caracteriza a nuestras gentes e historia. Nadie dijo que el proceso de paz iba a ser gratis; hay muchos “sapos”, mencionados una y otra vez, aunque agrandados por los opositores. Pero resultan cuestiones menores comparado con las ventajas que traería el acuerdo si se cumple. La lógica indica que serían más los aspectos a favor, como lo han resaltado un importante sector de la prensa, autoridades en la materia, la academia, o la misma comunidad internacional.

En medio de todo, han habido excesos que no pueden pasar inadvertidos y que merecen ser rechazados. Hemos presenciado la invasión de un sin número de mensajes por las redes sociales que tenían solo el propósito de desinformar. Se trató de una campaña difamatoria, orquestada especialmente desde la derecha ¿Es la nueva manera de hacer política? Ojalá que a la luz de los resultados, sea por el Si o por el No, se acojan y se respeten los mismos, al mismo tiempo que se desarmen los ánimos para auscultar en la solución de los verdaderos problema que afectan a la nación: impunidad, inequidad, o la misma corrupción.

Pero mucho me temo que con el plebiscito, que ratificará o no los acuerdos, se vayan a detener los ataques y argumentos para descalificar o desprestigiar el proceso por el odio hacia las Farc. Lo primero que hay que desarmar son los corazones, que es lo que lleva a esos extremos, e insistir en la práctica de la tolerancia. No creo que existan  antecedentes, ni si quiera en Colombia, en cuanto a que un proceso de paz le haya traído cosas negativas a una nación. ¡Todo lo contrario! En mi caso, es a eso a lo que le estoy apostando: no al reconocimiento político o legitimidad de un grupo que actuó de forma equivocada, sino a la necesidad que tenemos de aprender a vivir civilizadamente y a aceptar las ideas del otro, por más que difieran de las de uno, que es lo que identifica a los verdaderos demócratas. Pero sobre todo, a vivir tranquilamente y en paz. Solo así podremos llegar a un desarrollo sostenible para alcanzar algún día el país que nos merecemos todos.

Para volver a la trascendental, en el deseo de encontrar una sociedad justa y organizada, sin duda que los partidos políticos y sus líderes tiene que cambiar la manera como practican la política y trabajar mejor por el bien general. Una de las cosas que más preocupan es la ineficiencia sistémica del estado en todos los ordenes. Ese se convierte en el principal reto a superar. Creo firmemente que si los terroristas llegaran algún día al poder no seria por méritos propios, sino por la ineptitud de los dirigentes enquistados en la  corrupción. ¿Acaso eso no fue lo que sucedió en Venezuela?

Dejé para lo último una reflexión final: nunca en mis años dentro de la academia había experimentado el entusiasmo que ha despertado en los jóvenes todo este proceso. Ese cambio de actitud es de una transcendencia invaluable y, como yo lo veo, se convierte desde ya en ganancia. Los milagros que hace la paz.

Por qué Declarar Desierta la Concesión del Aeropuerto

Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz, Barranquilla. Foto: Guillermo de Alba (Tomada de Internet)
La licitación para entregar en concesión el aeropuerto de Barranquilla debe ser declarada desierta. Si la ciudad más importante de la costa, por donde nació el progreso de este país, incluida la aviación comercial de América, quiere contar con un aeropuerto de envergadura, a la altura de aeródromos como el Aeropuerto Internacional de Tocumen en Panamá, por citar solo un ejemplo regional exitoso, debe repensar y re-planificar la manera como se estructuró el pliego licitatorio para hacerlo más atractivo a empresas con experiencia internacional en el manejo y operación de aeropuertos no solo desde el punto de vista de las obras civiles que se deben acometer, que en este caso no es lo más importante, sobre esto volveré más adelante, sino que por medio de la experiencia concreta en operación de terminales aéreas se logre el modernizar, posicionar, crecer, articular, explotar y generar la riqueza que la ciudad de Barranquilla demanda.

Todo parece indicar que el gobierno nacional, por medio de la Agencia Nacional de Infraestructura en cabeza de Luis Fernando Andrade, le quedo mal una vez más a la ciudad y por ende el resultado que estamos experimentando. La falta de una estructuración más atractiva es responsabilidad exclusiva de dicha agencia y de allí el efecto que de diez empresas precalificadas solo dos presentaran propuesta, es decir el 20% de la intención inicial. ¿Porque? Varias son las discusiones, pero sin duda ese pobre resultado solo se explica por la improvisación, la ausencia de estudios coherentes y la falta de procesos estandarizados muy presentes en el concierto nacional. En ese orden de ideas, las criticas de los precalificados que descartaron presentar propuestas no se hicieron esperar: algunos han expresado que la forma como se estructuró la operación del aeropuerto Cortissoz es inviable desde el punto de vista económico.

'La historia se conoce para que no se repita', pero en este caso, lo que está sucediendo va en dirección opuesta de esa expresión. Lo que está aconteciendo con la planeada concesión del aeropuerto internacional Ernesto Cortissoz de la cuidad de Barranquilla es repetitivo y escandaloso. Una vez más se improvisó y se estructuró un plan de forma errónea. Ese pobre desempeño demuestra sin duda que a la Agencia Nacional de Infraestructura le quedó grande este compromiso, que no solo dilató en el tiempo, con aquella errónea intención de querer empaquetar la concesión del aeropuerto con los aeropuertos de Neiva, Armenia y Popayán, como lo explicara en el artículo Aeropuerto a la Altura de Barranquilla, lo que llevó a que las fuerzas vivas de la ciudad iniciarán una cruzada en contra de tal iniciativa, sino que la terquedad de dicha agencia forzó a que hayan transcurrido más de treinta y cuatro meses, desde que al antiguo concesionario, también mal escogido por la Aerocivil, no le prorrogaran la concesión de la administración, luego de comprobar de forma tardía un incumplimiento sostenido. En un país serio el anterior hecho debería ser motivo de escándalo y provocar la salida del director de la agencia y los actores responsables. Confío que el presidente de la República, ante tan demostrado caso de ineficiencia, tome cartas en el asunto y concrete un cambio de rumbo en esta importante ala del gobierno nacional.

Los actores responsables, incluyendo las empresas que presentaron propuestas, sostienen que los seleccionados cuentan con la experiencia suficiente para acometer las obras civiles que se demandan, tal vez para justificar la evidente falta de experiencia en manejo, promoción y operación  de terminales aéreas. Pretenden engañar sosteniendo que lo importante son las obras civiles, para luego subcontratar a un operador. Absurdo! El tema es precisamente al contrario: un operador con experiencia debe tener la capacidad de efectuar la planificación estratégica que se demanda para una operación efectiva y por medio de esta subcontratar a las empresas que han de adelantar las obras civiles requeridas. Seria aun más escandaloso que esta concesión se la adjudicaran a Concesionaria Aeropuertos Colombia SPV, una de las dos firmas que presentaron propuesta, que cuenta entre sus socios con la participación de Valorcon S.A. empresa de la casa política de la familia Gerlein, con lo que tal vez se estaría realizando el pago de favores políticos. No olvidemos que fue uno de los grupos que defendió la reelección del presidente Santos.

El historial de Valorcon S.A. (empresa dedicada fundamentalmente a contratar con el estado) es amplio, como quiera que le han adjudicado, producto de su influencia, un importante número de contratos a lo largo de su historia. Y no es que estemos en desacuerdo conque empresas con tal influencia se ganen contratos. El resultado de su amplia experiencia debería ser prenda de garantía para la buena ejecución y desarrollo de obras, pero este no es el caso. A dicha empresa por ejemplo le adjudicaron recientemente la ampliación de la carrera  51B en Barranquilla. Para nadie es secreto que el desarrollo de tales trabajos fue un caos total, donde se evidenciaba improvisación, falta de planificación, falta de sistemas estandarizados, y sobre todo, ausencia de calidad. Solo dos meses después de "entregada" la obra a dicha empresa le han ordenado demoler mas de 120 losas de concreto que conforman el pavimento rígido por problemas de calidad. Sin duda, y con tantos años de experiencia, no cuentan con un sistema que integre una ejecución ordenada de los trabajos de forma planificada y estandarizada, y donde prevalezca un buen sistema de control de calidad.

Luego de casi veinte años, cuando se inicio en el país el proceso de entregar la administración de los aeropuertos a terceros, no se conoce una labor y una ejecución efectiva con el propósito de lograr un concesionario de envergadura por parte del gobierno central. Todos estos argumentos nos obligan a concluir que Barranquilla se encuentra lejos de un estadio ideal en el objetivo de alcanzar un buen operador que ayude a explotar de la mejor manera el aeropuerto de la ciudad, sin olvidar el desarrollo del entorno que aquello implica; pero sobre todo que ayude en el proceso de situarla en un escenario importante dentro del contexto internacional, precisamente por el potencial de la ciudad como capital de los TLCs, sus características,  situación estratégica y posición geográfica. Sin duda esta licitación no salió bien, y toca arrancar de ceros.

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